Las juntas representan entre el 2-4% del costo de un puente, pero representan el 80% de las reparaciones y garantías, instalar una junta de alto desempeño no aumenta significativamente el valor del puente, no obstante si mejora significativamente la percepción de calidad de la obra, así como reduce el número y los costos de reparaciones durante la etapa de garantías para los constructores y reduce los costos de operación y mantenimiento para los concesionarios viales.
El 80% de las garantías de un puente se relacionan con daños en la junta, de los cuales:
- 70% son daños en los bloques de anclaje.
- 20% daños en el pavimento de confinamiento aledaño a la junta.
- 10% daños se presentan en el cuerpo de la junta, como daños en los módulos, daños en tornillos de anclaje o desprendimiento de los elementos de junta.
El 97% de los puente en Colombia presentan problemas de infiltración en las juntas, lo que conlleva sobrecostos en el mantenimiento de la infraestructura por limpieza y reparaciones en estribos y pilas, especialmente en la zona de cabezales y apoyos.
En Colombia no existe una cultura del manejo de escorrentía en los puentes, no obstante las exigencias ambientales actuales lo exigen y no permiten el vertimiento del agua de escorrentía del tablero directamente al cauce ya que se consideran contaminadas con sustancias aceitosas y de otros tipos que se viertan en el tablero. Por lo anterior mas que el cambio normativo vigente, se requiere un cambio de paradigma mental para gestionar la escorrentía del puente de forma adecuada; empezando por garantizar la impermeabilidad de las juntas e instalar sistemas de drenaje, conducción y descarga ajustados a los requerimientos ambientales vigentes.